CONGRESO INTERNACIONAL: DESARROLLO TERRITORIAL SOSTENIBLE Y RESILIENCIA URBANA.
DÍA TRES.

LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE PARA CONSTRUIR CIUDADES RESILIENTES.

Conferencia Online:

  • Día: sábado 31 de julio de 2021.
  • Hora: 9:00 a.m CDMX. 
  • ▶️ Dra. Beverly Hernández. 

Doctora en Ciencias de la Administración en México.  Maestra en Administración de Proyectos en Costa Rica, Especialista en Derecho en España. En el marco de la Alianza internacional para la Mitigación y Adaptación del Cambio Climático y Gestión de Riesgo Asociado fue Co Redactora de las Leyes Marco de Cambio Climático y la Ley Marco de Glaciares para el Parlamento Latinoamericano y directora del Diplomado en Ordenamiento Territorial, Perú.  Actualmente es profesora en las Maestrías de Ordenamiento Territorial, Maestría en Gestión de Riesgo y Maestría en Protección Civil de la Universidad Ducens. Cuenta con 25 años de experiencia en Desarrollo Económico Sostenible en el ámbito internacional en países como India, Emiratos Árabes Unidos, España, México, Colombia, Perú, República Dominicana, Honduras y Costa Rica.

Un cálido saludo desde Costa Rica a todos los organizadores de este maravilloso Congreso Internacional y a toda la estimable audiencia.

Como dijo nuestro estimado maestro Eduardo la conferencia de esta mañana es “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible para construir ciudades resilientes” así que vamos a ver la relación que existe entre éstos y la resiliiencia.  Vamos a iniciar con una definición con la cual vamos a iniciar y a comparar luego porque para la Real Academia Española la ciudad “es un conjunto de edificios y calles regidos por un ayuntamiento cuya población de ser numerosa se dedica por lo común actividades no agrícolas” y adrede e subrayado resaltado “no agrícolas” porque este parece el comienzo del resultado de lo que tenemos hoy: ciudades sin capa vegetativa. Y luego vamos a ver cuál es el nuevo planteamiento de hoy, así que esta definición recordémosla para el final de la conferencia. 

De acuerdo a la ONU en el 2017 se estimaba 7 mil 600 millones de personas concentradas la gran mayoría en las ciudades del planeta y por supuesto las ciudades son las que más contribuyen a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero y a la vez las tienen una posibilidad para reducir esta huella ecológica, es decir si bien es cierto tenemos un enorme desafío, también tenemos una gran oportunidad. Recordemos que los Gases de Efecto Invernadero son los que generan presión para el Calentamiento Global y aceleran el Cambio Climático. Ahora bien, muchos dirán los Gases de Efecto Invernadero son necesarios, son parte del ecosistema del planeta, sí, pero nuestras actividades económicas, nuestro modelo de desarrollo económico de hace más de 100 años ha generado un desequilibrio y es importante que nos concentremos en esto. Nosotros los seres humanos estamos generando una presión excesiva sobre los ecosistemas planetarios, de hecho, después de la revolución industrial al producir más, se ha generado más consumo y nuestra población cada vez aumenta en proporciones impresionantes.   

Para el 2030 la población aumentará hasta un 60%, significa que los núcleos urbanos acogerán unos 5 mil millones de personas aproximadamente de acuerdo con Naciones Unidas esto representa entre un 60 y un 80 por ciento del consumo de energía y son las ciudades responsables del 75 por ciento de las Emisiones de Carbono. Si bien es cierto la Huella de Dióxido de Carbono es la que tiene más fama no es el único Gas de Efecto Invernadero que se generan en las ciudades, también están los aerosoles (CFC) y el Metano.  De hecho, el Metano es tres veces más complejo que el Dióxido de Carbono, entre otros GEI.  Entonces, el desafío es reducir esas emisiones para volver a un equilibrio, para esto se requiere una acción global, que es precisamente el Objetivo de Naciones Unidas’ y es que para los próximos 10 años podamos reducir al menos en un 45 por ciento y para el 2050 haber logrado cero emisiones GEI.   

El programa desarrollado por el Municipio de Léon Guanajuato llamado Carbono Neutro nos facilita comprender la importancia de la acción local y municipal en el tratamiento de la reducción de los Gases de Efecto Invernadero, como dije antes, la acción municipal es fundamental desde  la ciudad porque tiene un enorme poder de convocatoria, es decir puede traer a todos los actores sociales involucrados (stakeholders) en una ciudad como, al sector privado, al sector estatal tanto, gobierno federal, como  nacional y local, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales (ONGs), sociedad civil, todos allí reunidos en la construcción participativa de un nuevo modelo de ciudad que sea amigable con el ambiente y que por supuesto nos permita mantener nuestras actividades para conseguir el medio de vida.  Recordemos que cuando estamos hablando de resiliencia, cómo se ve en este infograma, estamos hablando de protección civil para la vida, pero también para nuestros medios de vida. Nuestros medios de vida son todas las actividades socioproductivas que requerimos para nuestro sustento y para nuestra producción de riqueza. 

De esta forma necesitamos una transición de lo industrial con soluciones basadas en la naturaleza, una transición energética de combustibles fósiles como gasolina o diésel, hacia el transporte público con energías limpias; transporte privado con energías limpias, industrias y fábricas generando desde sus productos y sus servicios con energías limpias. Esto nos ayudaría muchísimo,  junto con la financiación climática y la fijación del precio de carbono, a tener ciudades más resilientes. Porque lastimosamente,  a pesar de que por motivo de la pandemia muchísimos países y ciudades han estado cerrando operaciones de forma constante,  por las cuarentenas para evitar la propagación de la pandemia,  y aunque han bajado el volumen de vuelos aéreos, y transporte terrestre entre países, este año el sobregiro de la tierra lo tuvimos un mes antes que el año pasado. ¿Y qué es el sobregiro de la Tierra?, ¿por qué hay un día del sobregiro de la Tierra? porque nuestro planeta tiene capacidad de regenerarse, sin embargo, nuestra actividad antropocéntrica es tan intensa que no le damos tiempo de regenerarse. 

Es como cuando ustedes tienen un resfriado y necesitan reposo y yo los obligó a trabajar desde día 1, su cuerpo no va a poder restaurarse, de la misma forma nosotros estamos ejerciendo presión y no permitimos que la Tierra se regenere. Por esto, se hace un inventario y comparación entre las actividades y la capacidad regenerativa de nuestro planeta, y toda vez estamos provocando el sobregiro en un menor tiempo.  Imagínense aún en tiempos de pandemia el 2020,  el sobregiro se dio en el 22 de agosto y en este 2021, nos adelantamos un mes, es decir este 29 de julio, justo cuando arrancó este congreso internacional, justo fue el día del sobregiro de la tierra,  lo cual por supuesto no es una buena noticia, no he querido poner imágenes porque yo sé que todas y todos ustedes tienen muchísima información de las lastimosas noticias que estamos afrontando de Alemania, de China y de mi país Costa Rica, sobre las inundaciones. 

Mis queridos amigas y amigos,  de muchas partes, me han preguntado cómo estamos, porque somos un país chiquito y hemos afrontado unas inundaciones terribles,  pero en China y en Alemania han habido una cantidad de muertes impresionantes y lo que más sorprende a la humanidad es Alemania, un país que siempre ha sido ejemplo y que de hecho ha intervenido en muchos países y en muchas ciudades de América Latina aportando con su cooperación internacional en metodologías de planificación territorial como la Zonificación Económica Ecológica para el Ordenamiento Territorial, asesorando gobiernos locales, regionales y nacionales.  Por supuesto sorprende que hubo un país tan organizado haya pasado por esta situación. Como bien dijo nuestro presentador Eduardo, tengo más de 20 años de estar trabajando en Desarrollo Sostenible y hace 20 años necesitábamos imágenes, intentábamos proyectar para que la gente se imaginará lo que podía ocurrir en el futuro, ahora lastimosamente no es necesario imaginar, pues los efectos de nuestra presión hacia los ecosistemas son visibles y científicamente si hay una relación entre el cambio climático y la intensificación de los fenómenos naturales que han aumentado en  su frecuencia y en la intensidad. Por ejemplo, la Estación Meteorológica de Zhengzhou en China dijo que, en tres días de lluvia en julio, llovió la cantidad que llovería en un año. Esto significa que nuestras ciudades y por supuesto nuestros sistemas de alcantarillado y las infraestructuras de los techos de nuestros hogares no están preparados para recibir esta cantidad de agua en tan poco tiempo y de allí que, genera saturación de los suelos con los efectos que ustedes han visto tan tristes. En China la llamaron la lluvia de una vez cada mil años y otros de cada cinco mil, por supuesto entendemos lo que esto significa y no necesitamos estar hace cinco mil años allí para verificar si esta cantidad de lluvia sucedió. El mensaje es fuerte y claro, están sucediendo cosas que jamás antes habían sucedido y que por supuesto no estamos completamente preparados. S in embargo, tenemos una enorme oportunidad de hacer las cosas bien, la emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe ha sido altamente expuesta por la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas- la CEPAL, ellos hacen la pregunta: ¿Seguimos esperando la catástrofe o pasamos a la acción?, yo estoy segura que todas y todos los que están aquí vamos a pasar a la acción y estamos suficientemente sensibilizados para llevar el mensaje, educar y actuar. De esta forma tenemos claro que hay toda una agenda de acuerdos globales para el Desarrollo Sostenible donde se analizan problemas, impactos y las alternativas. La CEPAL dice que con relación a la Economía de Cambio Climático examinando, el impacto en la agricultura, la salud, el transporte, la energía, en las dos subregiones más sensibles de Centroamérica y el Caribe se requiere un esfuerzo financiero económico, social, cultural, distributiva y de innovación pensando como una oportunidad para transitar a un Desarrollo Sostenible e inclusivo, definitivamente las agendas y los acuerdos globales para el Desarrollo Sostenible es vinculante a los Derechos Humanos, si no hacemos una reducción de la pobreza, si no reducimos las brechas de desigualdad, no vamos a lograr un Desarrollo Sostenible. De allí que caemos en el Marco de Sendai que es el primer acuerdo para el Desarrollo Sostenible que se firma en el año 2015, recuerden que se firmaron cuatro acuerdos globales con sus respectivos antecedentes que el día de hoy no vamos a abordar por razones de tiempo, el Marco de Sendai ha promocionado una campaña global para la acción, con precisamente un lema: Desarrollando Ciudades Resilientes, lanzado por la oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres. Cuando estudiamos a profundidad el Marco de Sendai, nos damos cuenta que insiste de forma reiterada que para lograr una Resiliencia Comunitaria se necesita un modelo de desarrollo económico basado en el Desarrollo Sostenible, sus cuatro prioridades son: comprender el riesgo, es decir en las ciudades tenemos que como les mostré el infograma con la alcaldía y los otros actores sociales, la necesidad de generar de forma participativa talleres. Hoy, dada la circunstancia de la pandemia, tendremos que utilizar las herramientas de las redes sociales como es el Facebook, el Whatsapp, y otras, mientras podemos nuevamente juntarnos presencialmente para estudiar y comprender el riesgo desde las capacidades diferenciadas con enfoque territorial y para todos los ecosistemas, en todas las comunidades, en la escala local. Tenemos que comprender el riesgo de todos los actores sociales reunidos en la comunidad y cómo le afecta a cada quien, y cuál es su nivel de vulnerabilidad, su exposición al riesgo y las herramientas que tienen para fortalecer la resiliencia. Se debe fortalecer por supuesto la gobernanza, invertir dinero, esfuerzo, tiempo, en resiliencia y aumentar la preparación para afrontar la rehabilitación y la reconstrucción de manera eficaz.  

No estamos engañando a nadie, lastimosamente los efectos del Cambio Climático están presentes, y lastimosamente van a continuar, así que, hay que apoyar el Acuerdo de París enfocado a las acciones frente al Cambio Climático, con sus principales metas: la mitigación del Cambio Climático, es decir, procurar acciones para reducir las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, y adaptarnos, como meta global fortalecer la resiliencia, reducir la vulnerabilidad en un marco de sostenibilidad, por eso va de la mano completamente con la Agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que van en forma ligada, abrazada y vinculante. Desde la firma de estos acuerdos en el 2015 y su entrada en vigor, tenemos un escenario de tan sólo 8 años para mover la aguja. 

De esta forma cuando analizamos  la Agenda 2030 y nos ubicamos en  el ODS 11: Ciudades y comunidades resilientes, lógicamente, todos los otros 16 objetivos están interrelacionados, se separan las metas de cada ODS sólo para efectos de metodologías y mediciones para la entrega de informes de resultados tanto, a nivel organizacional como a nivel país pero, definitivamente, hay unos ODS con los que  se está mucho más directamente relacionado, o que no podríamos trabajar el tema de ciudad sin tomarlos en cuenta como: ODS 1: Fin de la pobreza, ODS 2: Hambre Cero, que aborda los temas de producción y seguridad alimentaria y nutricional, pasa por modelos de agricultura orgánica, agricultura ecológica, permacultura, agricultura urbana, etcétera. No podemos pensar en una ciudad resiliente, si no estamos pensando en salud y bienestar, los ejemplos hoy son visibles, como los desafíos planteados en los ODS 8: Trabajo decente y el crecimiento económico, natural de las ciudades y por la necesaria inversión como lo menciona el ODS 9: Industria, Innovación y la infraestructura resiliente, lo cual pasa por repensar los modelos  económicos como lo cita el ODS 12: Producción y Consumo responsable, aquí estamos hablando de Economía Circular y es desde el diseño de los productos y los servicios que vamos a brindar, se deben diseñar par que no generen residuos que dañen el planeta, y si se van a tener residuos inevitables, cuál va a ser la forma en que vamos a administrar estos residuos y darle valor, de la mano con el ODS 13: Acción por el clima, cuyas metas son acciones urgentes frente al Cambio Climático. Como mencioné antes, los ODS están totalmente vinculados, no podemos hablar de un cambio ciudadano para la comunidad y el fortalecimiento de la resiliencia, si no tenemos una buena educación, ODS 4: Educación de calidad para todas y todos durante toda la vida. La educación es una herramienta para poder sensibilizar a la comunidad, si no tenemos equidad de género como reza el ODS 5, si no pensamos en agua limpia y saneamiento como cita el ODS 6, si no tenemos energías limpias y asequibles como solicita el ODS 8, si no hacemos reducción de las desigualdades como exige el ODS 7, si no protegemos los ecosistemas terrestres como suplica el ODS 14 y hacemos un uso de los recursos de forma sostenible si seguimos contaminando la vida submarina y los ecosistemas marinos costeros como grita el ODS 15, y por supuesto si no tenemos el ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas  y transparentes (no corruptas) y finalmente, pero el más importante ODS que lo puede lograr todo, ODS 17: Alianzas, que es mi favorito y que espero que sea la conclusión de esta conferencia y del congreso: Que todas y todos los que han estado reunidos estos tres días generemos alianzas. Aprovechemos la alianza que se dio entre las organizaciones y las plataformas hoy reunidas para poder impartir este congreso para que todas las personas que se están sumando sean parte de las alianzas público-privadas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Deseo reiterar entre la relación de los ODS y el Acuerdo de París, la urgente necesidad de actuar frente al Cambio Climático, acordado el 25 de septiembre del 2015 en París por 195 países, y esa es la palabra utilizada desde el 2015: Urgente, así que ustedes sacarán sus conclusiones. 

Es necesario fortalecer la resiliencia, la adaptación al Cambio Climático, promulgar políticas públicas y estrategias, planes nacionales educación y sensibilización medioambiental, movilización de recursos económicos y la gestión del cambio climático en países menos avanzados que ya sabemos que es donde se sufre más. Por su lado, la nueva Agenda Urbana, sucesora de la Agenda Hábitat y la Declaración de Estambul del 1996 establece como deberían de transformarse las ciudades para ser habitables e inclusivas, saludables, sostenibles, seguras, ordenadas, compactas y resilientes a los fenómenos naturales. Para lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos seguros, residentes y sostenibles se debe abordar en la agenda el acceso a la vivienda, en caso de mi país, lastimosamente tenemos de forma reiterativa los inviernos, con un nivel de exposición de muchas familias que no tienen acceso a una vivienda en lugares seguros y, por tanto, por razones de pobreza se ubican en márgenes de ríos, cerca del cerro y otros espacios donde hay una posible saturación de suelos y derrumbes. Por ello, se exponen muchísimo más.  Otro punto es el acceso al transporte público, recordemos que una ciudad resiliente, una ciudad con Desarrollo Sostenible no es en la que los ricos andan en coches costosos sino, la que los ricos usan el transporte público. Se requiere, una urbanización inclusiva y sostenible estamos hablando del diseño de los espacios públicos que garantice la calidad de vida de todas las personas con protección del patrimonio cultural y natural, y reducir las muertes por desastres, la vulnerabilidad, el impacto ambiental con acceso a los espacios verdes, espacios públicos.  Por su parte, el urbanismo ambiental impulsa la transición energética hacia un modelo menos dependiente del carbono y más eficiente contra el Cambio Climático. Para disminuir las emisiones necesitamos sí o sí, dejar los combustibles fósiles.  

Esta forma de concebir las ciudades favorece la conservación de la biodiversidad, el aprovechamiento racional del agua, los mantos acuíferos, la conservación del suelo, la protección de la flora y la fauna, el uso de transporte público y movilidad sostenible. Lo anterior, resume el sentido de la nueva Agenda Urbana. El señor Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, el año pasado en octubre con ocasión del reporte mundial de ciudades llamado: El valor de la urbanización sostenible, hizo énfasis en que las cosas no pueden volver a ser como antes de la pandemia, es decir, esta pausa obligatoria y este sufrimiento humanitario nos debería hacer repensar nuestro modelo no sólo de desarrollo económico sino de convivencia y por tanto procurar una acción climática para las ciudades cómo potenciar el desarrollo urbano sostenible. La prestigiosa London School of Economics dice que en 2050 casi el 70% de la población estará en las ciudades y que nos quedan desafíos que prever. La buena noticia es que si existen formas de lograr la resiliencia en las ciudades, por ejemplo, los Eco barrios, donde nuestro modelo económico esté basado en consumir lo que nuestras propias localidades producen, lógicamente el ciento por ciento de los insumos productos y servicios no podrán ser provistos por nuestro barrio, pero, si educamos nuestra comunidad y hacemos un cambio cultural podemos lograr un porcentaje de consumo local mucho más alto. Sobre la propuesta de las ciudades del futuro, yo les invito a que sean las ciudades del presente, ya no podemos seguir postergando acciones hacia el futuro, tenemos que hacerlo ya. Aquí les recuerdo la definición que nos da la Real Academia Española que reza que las ciudades son densas y sin actividades agrícolas. Precisamente por no haber incorporado la capa vegetativa y las actividades agrícolas a la ciudad, tenemos hoy masas de concreto que recalientan la superficie, saturan el suelo e interrumpen los corredores de la biodiversidad. La cultura de ciudades con espacios verdes en los espacios urbanos y pequeños nos ha generado muchos beneficios, hoy podemos perfectamente instalar jardines verticales, invernaderos de cualquier tamaño, necesidad y presupuesto, huertos comunitarios, azoteas verdes, entre otros. Los gobiernos locales tienen un papel fundamental y aprovecho para agradecer y felicitar al gobierno local de mi comunidad que nos ha dotado de forma gratuita, composteras y de capacitaciones virtuales durante la pandemia para que las personas instalemos huertos urbanos, huertos familiares, los cuales ayudan a disminuir la temperatura que se genera en las edificaciones, gracias a la capa vegetativa.  

En otros países lo hacen en sus azoteas, con esto disminuyen el consumo de energía, como es el caso de muchos oficentros y fábricas que utilizan gran cantidad de aire acondicionado, y gracias a la instalación de azoteas verdes, jardines verticales y huertas dentro sus edificios disminuyen el consumo de energía. Por supuesto, es bienvenida la instalación de paneles solares y promover la cultura de hogares sostenibles. Quizá es odioso ponerse de ejemplo, pero lo voy a hacer, porque me siento orgullosa del esfuerzo que hace toda mi familia, antes de la pandemia mostraba nuestras buenas prácticas familiares ambientales, ahora lo hago por Facebook, entre ellas, hemos colocado un tanque en el techo de nuestro hogar para poder captar agua de lluvia y con esa agua de lluvia poder alimentar la huerta, ya que estamos viviendo en una zona totalmente urbana. También esta agua nos sirve para la limpieza, sólo no la utilizamos para el consumo humano, para esto ya existen filtros, pero aún no contamos con esto. Además, en nuestro hogar hacemos una adecuada gestión de residuos sólidos, ustedes en sus casas hoy pueden empezar a construir una ciudad resiliente desde su hogar, así vivan solos es un gran aporte, y si están laborando en una organización tienen un gran potencial y si están en gobierno local tienen una responsabilidad de implementación un programa de residuos sólidos. Solamente con la separación de los residuos y evitar la producción de estos lixiviados ustedes ya están contribuyendo a la reducción de los Gases de Efecto Invernadero.  Y por supuesto, rechazar lo que no es ambiental, promover el consumo de productos y servicios ecológicos, reutilizar lo que definitivamente no pudieron rechazar. Procurar el uso de los transportes públicos y sostenibles con las medidas de seguridad que corresponden ahora.  Tenemos como ejemplo, una de las tantas ciudades que lo han logrado, afortunadamente en el mundo hay muchos ejemplos. Hoy citamos Estocolmo, que fue un barrio industrial abandonado por su contaminación antes de los años 90, ahora ellos utilizan tranvía como principal medio transporte y convive con una red para peatones y bicicletas, por eso es fundamental el papel del gobierno local para la habilitación de una infraestructura, y la cultura ciudadana para colaborar al dejar sus coches guardados y utilizar las vías peatonales y las bicicletas. La altura de las edificaciones permite asimismo tener patios interiores que facilitan el cultivo en parcelas en micro invernaderos, es voluntad.  

En el 2010 Estocolmo fue la primera ciudad en Europa reconocida como capital verde, el 95% de la población logró vivir cerca de un área verde. En el 2019 su red de calefacción urbana fue capaz de calentar 30 mil apartamentos gracias al calor recuperado de los Data Centers de los supermercados e incluso de los crematorios y logró tener la condecoración de ciudad más inteligente. Creó un circuito cerrado: Metabolismo urbano con sistemas sostenibles de agua y energías. Estocolmo fue galardonada además como la ciudad más la segunda ciudad más verde del mundo y en el 2020 está con estos índices altísimos positivos de ciudades sostenibles, con las variables de sociedad ecología y economía. Las metas de Estocolmo hoy, es reducir la Huella Carbono y tener Huella positiva, es decir captar más Dióxido de Carbono, ya sea a través de sus árboles, ya sea a través de la mitigación y tener para el 2040 un resultado positivo, decir van a tener la capacidad de vender Bonos de Carbono y para el 2050 prescindir totalmente de los combustibles fósiles. De esta forma, se muestra la relación que existe entre estos cuatro objetivos: reducir la Huella de Carbono o lo que es lo mismo mitigar los Gases de Efecto Invernadero a través de medidas dirigidas a la eficiencia energética. Es posible instituir mecanismos orientados a escuchar a los habitantes de estos núcleos urbanos y fomentar la participación ciudadana y cohesión social, es posible crear islas urbanas frescas que minimicen los efectos del calor, es posible instalar techos verdes hechos con vegetación nativa con el fin de captar y almacenar el agua de lluvia para que pueda ser reutilizada y bajar la temperatura en la infraestructura. Es posible fomentar la agricultura en las ciudades desde los huertos verticales que buscan depurar el aire interior de los edificios mediante la biofiltración hasta huertos urbanos. Es posible implementar aplicaciones en la internet de las cosas para reducir el impacto ambiental, mantener la seguridad y mejorar la calidad de los ciudadanos. Es posible apostar por el uso de tecnologías eco eficientes en todas las áreas especialmente en el diseño de los edificios grandes consumidores de energía en las ciudades. Es posible desarrollar un transporte público inteligente eficiente, respetuoso con el medio ambiente con una flota de vehículos eléctricos que ya existen.

 

Con esto me despido:  Arquímedes dijo, dame un punto de apoyo y moveré el mundo. Pues nosotros lo tenemos, contamos con una agenda, una hoja de ruta que han priorizado los gobiernos del mundo con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, éstos son nuestro punto de apoyo para mover el mundo, es una agenda completamente amigable donde todas las personas podemos contribuir desde nuestras trincheras, Objetivos de Desarrollo Sostenible tienen como lema transformar nuestro mundo y no dejar a nadie atrás, el desarrollo económico sostenible incorpora la inclusión.

¡Así que, las ciudades resilientes si son posibles! Muchas gracias.

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