¿Por qué este concepto podría reemplazar al desarrollo sustentable?
Justo cuando todos nos acostumbramos al término desarrollo sustentable y este es adoptado por todos los sectores para hablar de un avance que no comprometa las necesidades del futuro surge un concepto que promete ir más allá: el desarrollo regenerativo.
En realidad no se trata de una teoría nueva. Su origen está en los años setenta, cuando el profesor de arquitectura John T. Lyle y sus alumnos comenzaron a trabajar en busca de la creación de una comunidad sin degradación ambiental.
Después de décadas de investigación, en 1994 el arquitecto publicó su libro Regenerative Design for Sustainable Development, que a su vez fue la base para otra popular publicación, Cradle to Cradle: Remaking the Way We Make Things, texto del que surge el concepto de crear objetos pensando cradle to cradle o “de la cuna a la cuna”.
¿Cuál es la diferencia con el desarrollo sustentable?
Según un artículo reciente del experto Medard Gabel, la sustentabilidad es una meta muy poco ambiciosa, con la que no se ha logrado un cambio en la forma en la que funciona el mundo.
“A lo que le llamamos desarrollo sustentable es el uso de recursos para mejorar el bienestar de la sociedad de una forma que no destruya los sistemas de soporte necesarios para el crecimiento futuro”, explica Gabel, y continúa: “el desarrollo regenerativo es el uso de recursos para mejorar el bienestar de una sociedad de una forma que construye la capacidad para los sistemas de soporte necesarios para el crecimiento futuro.”
En resumen, la pregunta que se hace el desarrollo sustentable es “¿cómo podemos resolver este problema de una forma que mantenga y no dañe los sistemas de soporte?”, mientras que el desarrollo regenerativo pregunta “¿cómo podemos resolver este problema de una forma que mejore la capacidad de los sistemas de soporte?”
Ejemplo de desarrollo regenerativo
Un ejemplo sencillo proporcionado por el autor es la aplicación en la agricultura. La agricultura sustentable se enfoca en producir alimentos mediante técnicas que no degraden el ecosistema, permitiendo que futuras generaciones cultiven la misma tierra. Esto, dice Gabel, es un gran avance respecto a los cultivos tradicionales, que erosionan el suelo, pero el desarrollo generativo puede ir más allá, porque actualmente es posible e incluso competitivo producir alimentos y al mismo tiempo dejar el suelo mejor que como estaba antes, lo que mejorará la calidad de las futuras cosechas.
Quienes apoyan esta teoría afirman que todos los problemas de la sociedad pueden responderse con un enfoque regenerativo, y que esto puede lograr aumentar la eficiencia y capacidad de los sistemas industriales y tecnológicos del planeta, evitando la contaminación y la generación de desechos.