PALABRAS AL LECTOR

Este texto es una invitación para estimular la comprensión de la resiliencia desde una visión amplia y sistémica. Ésta es una transformadora e intrépida perspectiva que se abre para que usted, estimado lector, decida pertenecer al grupo creativo de personas que se proyectan en el futuro mediante el control de su presente. Que eligen un nuevo sentido de seguridad (rompiendo antiguos paradigmas) basada en el entendimiento que usted hace parte de una sociedad de seres humanos que gesta riesgo en pos de su búsqueda de desarrollo, pero también hace parte de un colectivo de personas que gestiona el riesgo basados en la posibilidad de crear resiliencia para la vida.

¡La decisión de aceptar esta invitación, indudablemente, está en sus manos al igual que la construcción de su propia resiliencia!

PROLOGO

Desde hace aproximadamente una década la resiliencia ha sido un concepto recurrente en nuestra labor como consultores e investigadores. Hemos desarrollado intervenciones, artículos y libros donde el elemento común es la urgencia de divulgar la importancia de la construcción de resiliencia. La mirada ha sido realizada desde muchos ángulos, vista en lo social, económico, político, institucional, ambiental, o desde una perspectiva individual, organizacional y comunitaria, y desde los escenarios comunitarios, territorial y empresarial. Esta insistencia ha sido determinada, y en este caminar, han surgido diferentes perspectivas donde se ha desarrollado el uso, práctica y noción de la resiliencia, tales como: la resiliencia como paradigma, la resiliencia para la vida, la perspectiva sistémica de la resiliencia, la resiliencia como propiedad emergente, entre otros. En el proceso por comunicar la resiliencia como una visión de futuro en el marco de la gestión prospectiva del riesgo, se afrontan retos que requieren de la innovación de herramientas de planificación, métodos, y modelos para empresas y territorios. Herramientas que permitan, en la cotidianidad de la llamada “normalidad”, resistir, adaptarse y prepararse en un ejercicio consciente y habitual; así mismo frente a la crisis o el desastre, absorber y responder, adaptarse positivamente (sin conformarse o resignarse), recuperarse rápidamente y transformarse. Todo ello en un continuo proceso personal o colectivo para no desaparecer o morir en el intento. La noción, uso y práctica de la resiliencia para la vida, se entiende como una capacidad emergente dentro del proceso del desarrollo social.

Este ejercicio, aquí plasmado, implica un desafío que privilegia a la resiliencia para la vida como un nuevo paradigma de construcción de futuro sostenible, en el marco de las acciones de gestión prospectiva del riesgo. Este compromiso, personal y profesional, involucra la puesta en juego de toda la experiencia adquirida para innovar mediante la heurística1. Se busca de identificar las condiciones inseguras, nacidas no solo del contexto interno (individuos, empresas, negocios, organizaciones), sino de los entornos externos (ambientales, sociales, culturales, económicos, productivos, institucionales); las que pudieran afectar la dinámica de las acciones y operaciones ya fuera en los procesos o en la generación del producto final en el caso de las empresas y el desarrollo individual y colectivo sostenible de los territorios.

La construcción de la resiliencia para la vida en las acciones cotidianas del quehacer, en lo personal y en lo laboral, en los tiempos de la pasada “normalidad” donde se pactaron, las agendas globales de cambio climático, la reducción del riesgo de desastres y el cumplimiento de los ODS, entre otros, no se logró acercarse al menos, a dimensionar la complejidad que tendría el impacto de una pandemia en la humanidad y la parálisis que generaría en el mundo; no obstante, haberse avizorado en algunos escenarios, que en algún momento un fenómeno de alcance global sucedería. En este marco, que trae esta nueva “realidad” o “cotidianidad” (diferente a la “normalidad”) con la pandemia del COVID-19, emerge la premura, y toma toda la relevancia, la construcción de resiliencia. Específicamente, la resiliencia para la vida, integrada como costumbre en el marco de la práctica de una cultura como ciudadanos, tiene el potencial para consolidarse como un eje para la sostenibilidad. La resiliencia para la vida se construye de manera conscientemente, y en el marco de la mal llamada “normalidad”. Está convocada a ser la base sobre la que se asiente una nueva forma de conocer, ser y estar para resistir y permanecer como sociedad. La reiteración sobre la importancia de la resiliencia implica, exige y concita, el desarrollo conceptual, el uso y la práctica de la resiliencia para la vida, abordada como un nuevo paradigma. La explicación pedagógica del ejercicio cotidiano de la resiliencia para la vida, como creación (deformación elástica) y recreación (deformación plástica), se apoya en el modelo (creación propia) avance, declive y evolución de la resiliencia -ADER-. Como tal, ADER, es una construcción conceptual que muestra cómo la resiliencia para la vida, basada en una construcción consciente, se crea cuando existen determinadas condiciones para las personas, la sociedad y las empresas frente al riesgo cotidiano o crónico y se re-crea cuando para las personas e instituciones son superadas sus capacidades. Esto último, al hacer frente a la ocurrencia de un fenómeno natural, social, tecnológico o biológico que pone en evidencia las situaciones de vulnerabilidad y exposición de las poblaciones y sus territorios, construidas y acumuladas a lo largo del tiempo. Este corto texto pretende abordar de forma rápida pero contundente el reto de presentar un modelo que recoge de forma general el comportamiento en las acciones de resiliencia para la vida como un proceso sostenido y consciente de la sociedad, sus empresas y territorios para resistir las crisis y salir fortalecidos. Nuestro propósito es impulsar y documentar la resiliencia, llenarla de contenido para que transforme de manera decidida en una nueva línea de trabajo, de investigación y enseñanza que permita avanzar en la comprensión del riesgo.

Centro de Pensamiento, Innovación e Investigación en Resiliencia
Soluciones Resilientes, 2020
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Esta publicación es un aporte del Centro de Pensamiento, Innovación e investigación de la empresa Soluciones Resilientes, en el marco de la conmemoración del día internacional de Reducción del Riesgo de Desastres de la ONU, del año 2020, donde por primera vez el mundo se detuvo a reflexionar, para construir una “nueva realidad” por causa de una pandemia.